SANTIAGO SIERRA. 3000 HUECOS DE 170 X 70 X70 cm CADA UNO, 2002.

Sus obras reflejan su inconformidad ante el sistema social en el que vivimos y ponen en evidencia las diferencias sociales y raciales. El concepto principal en el que se basa su trayectoria artística está relacionado con el trabajo, sobre todo con el de los inmigrantes y los marginados sociales, con la falta de oportunidades y la sumisión a la actividad laboral con el fin de recibir un salario y permitir el funcionamiento del sistema capitalista. Siguiendo esta premisa, en algunos de sus trabajos, el artista ha contratado a trabajadores para realizar acciones inútiles durante una jornada laboral.

En estas premisas se basa el proyecto realizado en la Fundación NMAC en el año 2002, donde un grupo de inmigrantes de origen magrebí y subsahariano contratados y asegurados para la ocasión excavaron con palas durante tres semanas 3000 huecos de 180 x 70 x 70 cm cada uno en una colina de la dehesa Montenmedio desde donde se divisa el continente africano. Después el artista tomó fotografías aéreas de los huecos y realizó una edición de 3 imágenes y un vídeo que se pueden ver en la Fundación NMAC.

Los 3000 huecos alineados ocupaban una superficie de 25.000m2, unas dos hectáreas y media, en un terreno árido. La estructuración de los huecos, su posicionamiento y numeración es una concepción minimalista y, al igual que los artistas minimalistas, Santiago Sierra, a través de este proyecto, intenta buscar un significado a la realidad social de muchas personas que no encuentran su lugar en un mundo globalizado, en un mundo de fronteras, de “no –lugares” donde priman las relaciones económicas ante las personales.

“Este proyecto muestra de nuevo el territorio como un “no lugar”, zona dramática fronteriza de llegada y salida, de ilusión y decepción. Esta realidad no es otra que la muerte de muchas personas en su búsqueda de una vida mejor, de un sueño y un trabajo”

Jimena Blázquez Abascal

«Tumbas, simple y  llanamente, sepulcros que reclaman moradores; vacíos que exigen ser llenos, receptáculos de restos humanos repetidos, ad nauseam»

Bárbara Perea